No me dejes extrañarte

Naciste de la ilusión, te alimentaste de los sueños
Y resultaste mas persistente que el tiempo…

Mujer! Que alimentaste corazones
Que angustiaste almas:

Te suplico,
no me abandones!
Que soy parte ya,
de tu condena.

Escribes tu historia con ligera pluma
En las nuevas tierras de nadie
Para que te recuerden con añoranza

Los reyes te maldicen Mujer!
Color de la naturaleza
Los dioses te perdonan
Has devastado imperios

Juegas y te arriesgas
Mas no perdonas a quien no lo haga
Y el fuego te quema y te consume
Pero lo ignoras…

Entonces acompáñame
Traviesa esperanza,
Por este camino de travesías
Donde los sueños son posibles
Y las pesadillas acechan

No me abandones
Que ya soy parte
De tu dulce condena,
De existencia…