lunes, 20 de agosto de 2007

Noche de cuarto creciente

Dulce luna me deslumbras,
hulles solamente de la comodidad suntuosa
y de los versos absurdos.
Bailas como mujer de virtudes,
entre las nubes de contornos suaves.
aaaaaaaaaaaaaaaaaa
Eres musa que inspira, al poeta y al artista.
Con tu magia de amor, te presentas a nosotros.


Con altiveza le sonrío cordialmente a mi suerte
y desmiento los impulsos más innatos,
que surgen de lo profundo de un ser incomprendido.
No hay palabras que surjan a hora de escusa
o de arrogancia y presunción,
solo deseos infundados.




Miradas perturbadoras se fijan en los aspectos más sublimes
contando una historia olvidada.
Heráse una vez, un nacimiento fugaz, donde la locura comenzó a hablar.
Empecé a temerle,
y me vi presa de las estipulaciones absortas
y la razon maldita de horas morbosas.
aaaaaaaaaaaaaa
Sonríote entonces, luna de eclipses,
Dejas que suspire libertad.

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